20 de agosto de 2010
La Volpe, la prensa insatisfecha
18 de agosto de 2010
Da vergüenza ajena
No quiero referirme ni contarles los detalles del accidente. Quiero referirme a lo que me interesa: la cobertura de los medios de comunicación.
Los canales más vistos del país, Repretel y Canal 7, dieron cobertura a este tema simultáneamente, mientras se determinaba quienes eran los muertos y se sacaban a las personas del bus que se encontraba en el río. Yo por mi parte, cada cierto tiempo, cambiaba el canal para ver qué información nueva tenían.
Llegó el momento en que las autoridades del OIJ tuvieron que confirmar el fallecimiento de una mujer y un bebe, a sus familiares. En el lugar estaban las cámaras de Repretel y yo veía este acontecimiento. El periodista (Roy), toma a la hermana de la víctima fatal y comienza a hacerle pregunta (¡qué situación más compleja! ¿Qué le pregunto?), creo que comenzó bien, pero cuando el periodista en cuestión llevaba 7 preguntas, me pareció inhumano. Un mínimo de respeto por una persona que está sufriendo, si ya informó, deje a la persona y simplemente muestre dolor por su padecimiento.
Pero, eso no es todo. Repentinamente, alguien pide el pase diciendo: "escuchemos el audio en vivo de la ambulancia donde están siendo atendidos los familiares de los fallecidos". El periodista, metió el micrófono en la ambulancia y se escuchó el sufrimiento de una familia que acababa de perder a un ser amado. ¿Qué necesidad hubo de utilizar un recurso tan burdo y asqueroso? Ninguno. Me dio vergüenza y pena, se aprovecharon del dolor de otros para vender y tener la esclusiva.
17 de agosto de 2010
Mi mamá se llama Pedro
Tomado de un diario español...
"Dos leonas no hacen pareja. Dos gatos, tampoco. No pueden aparearse. Para ello tendrían que ser de distinto sexo y de la misma especie. Son cosas de la zoología. No es producto de la cultura hitita, fenicia, maya, cristiana o musulmana. Por supuesto no es un invento de la Iglesia Católica.
Muchos siglos antes de que Jesús naciera en Belén, el Derecho Romano reconocía el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer. Después ellos se divertían con efebos, que para eso estaban, para el disfrute. La esposa era para tener hijos.
La palabra matrimonio procede de dos palabras romanas: "matris" y "munio". La primera significa "madre", la segunda "defensa". El matrimonio es la defensa, el amparo, la protección de la mujer que es madre, el mayor y más sublime oficio humano.
Cada palabra tiene su significado propio. Una compraventa gratuita no es. Una compraventa, sino una donación. Y una enfiteusis por cinco años no es una enfiteusis, sino un arriendo vulgar.
Llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo sexo me parece como poco serio. Jurídicamente, un disparate. De carcajada. Que le llamen "homomonio", "chulimonio", "seximonio", lo que quieran, todo menos matrimonio, que ya está inventado hace tiempo. Nadie llama tarta de manzana a la que está hecha de peras. Lo curioso es que cuando dices cosas como estas algunos te miran como extrañados de que no reconozcas la libertad de las personas. Y por más que les dices que sí, que respeto la libertad de todos, que cada uno puede vivir con quien quiera, incluso con su perro, pero que eso no es un matrimonio, van y me llaman intolerante.
No sé lo que harán los parlamentarios españoles a la hora de votar, tal vez seguir el modelo argentino. Son políticos, no juristas. Votarán por razones políticas, no según Derecho. Las consecuencias son graves. Si un varón tiene derecho a casarse con otro varón y una mujer a hacerlo con otra mujer, ¿le vas a negar el derecho a un hermano a casarse con su propia hermana? ¿O a un padre a hacerlo con su hija? ¿No tienen el mismo derecho? La sociedad se quiebra. Huele a podrido,como en Dinamarca. Cuando la profe le preguntó a Pablito cómo se llamaba su madre, el niño contestó: Mi mamá se llama Pedro".
Quizás me llames troglodita o inhumano, pero sobre mis espaldas no voy a cargar la destrucción de la base de la sociedad. Dejame decirte que hoy los aceptamos y nos parece normal verlos, simplemente porque los medios de comunicación nos hicieron torelantes (pensando en el presente); sí, soy intolerante. No soporto a los homosexuales, lo que no quiere decir que los ando persiguiendo para golpearlo o no les doy las mano si es que conozco alguno, simplemente no quiero que se adueñen de una sociedad construida por un hombre y una mujer, no hay más vuelta que darle.